Espacio de descarga, para pensar en letra de imprenta, putiar utilizando todo el vocabulario, y ordenar algunos pensamientos, dispersos, inconexos, y muchas veces útiles, pero perdidos en el desorden de mi cabeza de termo.
sábado, 24 de julio de 2010
Cada cuanto La riego?
Por lo general, es la primer pregunta que me hacen cuando compran una planta. Esa pregunta encierra una duda doble; sobre la necesidad de humedad, y sobre mi capacidad para adivinar el entorno al que se va a mudar la planta en cuestión.
La periodicidad del riego no es algo que se pueda agendar, o marcar en un calendario. Los factores ambientales, y las características del entorno al que se va a mudar la planta en cuestión, influyen en la necesidad de humedad, mucho mas que las características propias de la especie en cuestión. Los consejos que se pueden dar al respecto, van mas dirigidos a que se ejercite la vigilancia del estado general, que al cumplimiento de una rutina específica. La cercanía de una estufa, el cambio de la cantidad de luz que recibe, o la humedad ambiente, y sobre todo, los cambios bruscos de clima, son factores que influyen de manera radical en la periodicidad y cantidad de aporte de agua, y no es algo que se pueda prever, a no ser que ya exista en el lugar elegido una planta, o grupo de plantas de similares características a la que es objeto de consulta.
Los consejos referentes al riego, suelen ser muy generales, ya que, contrario a la idea generalizada, no hay mucha diferencia en la necesidad de agua entre las especies. Sí hay mucha diferencia, en la respuesta que pueden tener diferentes especies a los cambios de entorno -luz, temperatura, humedad ambiente, amplitud térmica, radiación solar directa, cercanías de paredes refractantes, etc- Es mas efectivo, para mantener un cuidado apropiado, aprender a interpretar el estado general de las plantas, que seguir consejos del estilo calendario "cada tres días!" o "día por medio" no son consejos apropiados, ya que depende mucho del lugar, del nuevo sustrato, y del cambio de clima que la plantíta en cuestión va a soportar. Vale mas el consejo que alerta sobre las características de la especie; si requiere mantener la humedad, cuando el exeso de sol puede ser perjudicial, o cuando las raíces necesitan una aireación profusa, por ejemplo.
El leído con asombro, y me han referido reiteradas veces, que la mejor hora para regar, es la del crepúsculo, o la del amanecer. Nada mas desacertado. Sobre todo, en época estival, cuando las horas del mediodía son de un radiación solar muy intensa. Suelen sufrir mucho los jardines de aquellas personas que siguen estos consejos, y es muy difísil hacer entender al cliente, sobre todo aquel que tiene echo ya carne el consejo de la abuela, la tía o la madre, que lo mejor es ayudar a las plantas a pasar el día con un buen aporte hídrico cuando el sol está bien alto.
Es cierto que existen algunas especies con características muy diferenciadas, pero son pocas, y siempre es mas importante saber que tipo de sustrato necesitan, para que las raíces no se ahoguen, o de lo contrario, para que no sufran falta de humedad o nutrientes, pero ese es otro consejo.
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